¿Quién demonios necesita hoy a los periodistas?
- Nicolás Luna
- 8 sept 2021
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Escribe: Nicolás Luna

Ilustración: Nurit Mitrani
Cada 08 de septiembre, los calendarios a nivel mundial indican la celebración del Día Internacional del Periodista. Aquel que puede ser el mejor de los héroes o el peor de los villanos de la historia, aquel que se le exige más que a un presidente y equivocadamente le piden a gritos que sea objetivo. Lo único cierto -y para decepción de algunos- es que la objetividad no existe y no existirá nunca. También se cuestiona mucho acerca de lo que significa buscar la verdad y muchas veces explicarlo cuesta porque el periodista no busca la verdad en sí, sino una aproximación a ella con hechos concretos para que luego los demás puedan tomar una decisión o postura.
Pasan los años y los periodistas son cada vez menos valorados. En palabras fáciles, cualquiera puede contar una historia y hablar de un tema determinado. Suena fácil, ¿no? Y la verdad es que eso hacemos los periodistas: contamos historias. Seguro alguno que esté leyendo esto piense, ¿por qué escribir esto justo hoy? La respuesta es porque uno de los desafíos del periodista es diferenciarse de los demás y ser una especie de persona confiable cuando algún suceso pase. Todos estamos de acuerdo que nuestro principal trabajo es convertir en sencillo todo aquello que se presente complejo.
Lo que un buen periodista no debe perder de vista, me lo comentó un profesor en la universidad, es la compresión del significado de acciones de las personas para luego entablar analogías entre experiencias propias y sucesos externos. En resumidas cuentas, las ciencias sociales son fundamentales para emitir un comentario o realizar una opinión con respecto a un tema y no caer en el facilismo y redundancia de aquellos que por un poco de rating o plata lo realizan.
Soy un convencido de que las ciencias sociales y otras especialidades como la literatura o la psicología (existen más) son elementos importantes en la formación de buenos periodistas. Es un desafío que implica mucho estudio pero, sobre todo, capacidad de análisis para comprender lo que está pasando alrededor del mundo y dejar de escuchar la frase cada vez más insistente: “Cualquiera puede ser periodista sin estudios teóricos y sin investigaciones profundas”.
Parece mentira pero el periodismo y el periodista están en constante cambio y evolución. Al día de hoy existen muchos especialistas en temas como la ciencia, tecnología, política, deportes, y demás. Pero, si intentamos buscar un elemento en común, es que todas las especialidades requieren de conocimientos teóricos y comprensión de los hechos pasados para explicar los presentes y en ciertos casos los futuros.
Desafío interminable porque el periodista se ha sesgado en creer que la objetividad, la búsqueda desenfrenada y casi inmediata de la verdad absoluta, es su única labor. Cuando existen otros caminos por el cual uno como periodista puede desarrollarse y dar correctas herramientas a los ciudadanos al momento de contar una historia. Comprender y entender al mundo es complejo, casi tan complejo como entender la labor de un periodista que va más allá de ser un simple contador de historias.
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